Muchas mujeres en el mundo padecen incontinencia urinaria y buscan tratamientos no quirúrgicos para fortalecer el suelo pélvico. Hay muchos factores que pueden causar incontinencia urinaria, como el envejecimiento, el parto, la histerectomía o la menopausia.
En la Clínica Dra. Sandra de Oliveira, comprendemos lo difícil que es mantener el ritmo de las actividades habituales mientras se padece esta afección. Por ello, ofrecemos una amplia variedad de tratamientos no invasivos.
Los tratamientos para corregir los problemas en el suelo pélvico no tienen tiempo de inactividad o efectos secundarios importantes. Estos tratamientos han tenido una gran tasa de éxito, y han permitido que muchos pacientes disfruten de una mejor calidad de vida, además de mejorar su salud y bienestar general.
Suelo pélvico e incontinencia urinaria
Se trata de una serie de procedimientos que mejoran tanto la
funcionalidad del suelo pélvico y del área intima de la mujer, como su
aspecto estético. Al igual, el inicio de la búsqueda de estos
procedimientos puede venir dada por una mejora en la estética de los
genitales, pero igualmente suele llevar sobreañadido la mejora de la
función.

La actividad física o movimientos que provocan pérdidas involuntarias de orina se conocen como incontinencia de esfuerzo. Toser, reír y estornudar aumentan la presión sobre la vejiga y pueden provocar pérdidas.
La incontinencia de esfuerzo también puede producirse al realizar actividades físicas como correr, bailar, agacharte, levantar peso o incluso caminar.
Se produce cuando se tienen muchas ganas de orinar pero no se puede llegar al baño a tiempo.
Es cuando la vejiga no se vacía por completo cuando se va al baño. Como consecuencia, la vejiga vuelve a llenarse pronto, lo que puede provocar pérdidas entre las pausas para ir al baño.
La incontinencia mixta es exactamente lo que parece: una mezcla de dos o más tipos de incontinencia. Lo más frecuente es que las mujeres con incontinencia mixta padezcan tanto incontinencia de esfuerzo como de urgencia.
Es importante recordar que cualquier tipo de incontinencia urinaria no es una parte normal del envejecimiento y por lo tanto, hay que buscar atención médica rápidamente para ayudar a controlar este problema.
La actividad física o movimientos que provocan pérdidas involuntarias de orina se conocen como incontinencia de esfuerzo. Toser, reír y estornudar aumentan la presión sobre la vejiga y pueden provocar pérdidas.
La incontinencia de esfuerzo también puede producirse al realizar actividades físicas como correr, bailar, agacharte, levantar peso o incluso caminar.
Se produce cuando se tienen muchas ganas de orinar pero no se puede llegar al baño a tiempo.
Es cuando la vejiga no se vacía por completo cuando se va al baño. Como consecuencia, la vejiga vuelve a llenarse pronto, lo que puede provocar pérdidas entre las pausas para ir al baño.
La incontinencia mixta es exactamente lo que parece: una mezcla de dos o más tipos de incontinencia. Lo más frecuente es que las mujeres con incontinencia mixta padezcan tanto incontinencia de esfuerzo como de urgencia.
Es importante recordar que cualquier tipo de incontinencia urinaria no es una parte normal del envejecimiento y por lo tanto, hay que buscar atención médica rápidamente para ayudar a controlar este problema.

Tratamientos para el suelo pélvico
La salud íntima de la mujer está relacionada con una buena condición del suelo pélvico, específicamente a los niveles de músculos y ligamentos que se encuentran allí.
La práctica de ejercicios para mejorar la fuerza muscular y el equilibrio del área puede ser beneficioso; sin embargo, existen tratamientos aún más avanzados que ayudan a restaurar la calidad de vida de aquellas mujeres que experimentan problemas en el suelo pélvico. Estos tratamientos incluyen:
- Hilos tensores: son un tratamiento regenerativo que estimulan la producción de colágeno, y por consiguiente, una nueva sujeción a la uretra.
- Mesoterapia regenerativa con ácido hialurónico: potencia el efecto regenerativo del suelo pélvico. Este tratamiento se puede combinar con otras técnicas.
- Láser de CO2: es un tratamiento eficaz para tratar las incontinencias urinarias leves, y también estimula la producción de un nuevo colágeno en esta área del cuerpo.
- Bandas de incontinencia reajustables: proporcionan soporte y evitan la pérdida involuntaria de orina grave después de una cirugía.
- Poliacrilamida gel: crea volumen y cierra la luz uretral para corregir los problemas de incontinencia urinaria grave.
Es importante destacar que la prevención es una parte fundamental en el cuidado del suelo pélvico. Esto puede incluir llevar una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente para fortalecer los músculos pélvicos, evitar el sobrepeso y el tabaquismo. Además, es recomendable acudir a visitas regulares al médico para detectar cualquier problema a tiempo y recibir el tratamiento adecuado.
Así mismo, es importante destacar que cada caso es único y es fundamental acudir a una consulta en nuestra clínica en Madrid para determinar el mejor tratamiento para ti. El tratamiento adecuado dependerá de la patología que presente cada paciente.
Preguntas frecuentes sobre el suelo pélvico.
Algunos de los síntomas que indican que puedes tener un suelo pélvico debilitado son:
- Pérdida involuntaria de orina durante el ejercicio, al toser, reír o estornudar.
- Necesidad de ir al baño constantemente o no llegar a tiempo.
- Sensación de pesadez o hinchazón en la zona pélvica.
- Dificultad para vaciar la vejiga por completo.
- Perder accidentalmente el control de la vejiga o los intestinos.
- Perdida de sensibilidad o dolor durante las relaciones sexuales.
- Dolor en la zona pélvica.
- Inconformidad o dolor durante la micción.
- Expulsar gases accidentalmente.
- Un prolapso.
Una forma de fortalecer el suelo pélvico es a través del ejercicio físico regular, ya que el ejercicio aeróbico, como caminar, trotar o nadar, puede ayudar a fortalecer estos músculos.
También es importante evitar el sobreesfuerzo al levantar cosas pesadas y utilizar las piernas en lugar de la espalda para levantar objetos, así como evitar el tabaquismo y el alcohol en exceso. Así mismo, mantener un peso saludable puede ayudar a evitar la debilidad del suelo pélvico.
Los daños en el suelo pélvico pueden producirse cuando los músculos del mismo están estirados, debilitados o demasiado tensos. Algunas personas experimentan un debilitamiento de los músculos del suelo pélvico a temprana edad, y otras no tienen ningún problema hasta después del embarazo, el parto o la menopausia.
El suelo pélvico también puede debilitarse o dañarse por las siguientes razones:
- Edad.
- Obesidad.
- Algunas enfermedades como la diabetes y el síndrome de intestino irritable.
- El uso de ciertos medicamentos.
- Lesiones traumáticas en la zona pélvica.
- Cirugía pélvica.
Si el suelo pélvico se debilita, puede ocurrir incontinencia urinaria, dolor durante el acto sexual, problemas con el control de la vejiga o el intestino, entre otros. Además, el suelo pélvico también juega un papel importante en el sostén de la vejiga, el útero y el recto, por lo que su debilidad puede llevar a problemas con estos órganos también.